Las IG Van Mal

Problemas con el parmesano

El nombre de Parmigiano Reggiano fue acuñado en 1934 por un consorcio italiano interprovincial y se le otorgó estatus de protección en 1954. A partir de esa fecha y durante más de medio siglo, los productores italianos quedaron en libertad de comercializar su queso bajo esta apelación única y reconocible. En el resto del mundo, el término “parmesano” se llegó a utilizar como un identificador genérico para diferenciar otros quesos rallados secos de un estilo comparable.

En el 2008, tras 54 años de clara diferenciación entre el “parmesano” y el Parmigiano Reggiano y a pesar de que la producción mundial del parmesano fuera de Italia eclipsaba la producción que se realizaba en dicho país, la Corte de Justicia de Europa determinó que el registro de la indicación geográfica (IG) de Parmigiano Reggiano convertía en ilegal el uso de la denominación “parmesano” en la UE a todo queso producido en una región que no fuese la región italiana de Parma.

Este fallo controversial se llevó a cabo a pesar de la amplia y prolongada producción del parmesano en regiones fuera de Parma, que incluye otras áreas de la UE.

Grilletes al Feta

Se supone que las indicaciones geográficas típicamente contienen un componente geográfico específico que mantiene la conexión única con el producto, pero la palabra “feta” no es en realidad ni un lugar en Grecia ni el nombre del queso, es tan solo el vocablo griego de “pedazo”. Desde hace tiempo se le asocia con quesos blancos, en salmuera y desmenuzables en general.

En octubre de 2002, la Unión Europea (UE) aprobó “feta” como una indicación geográfica para que se utilice en toda Grecia, insistiendo que el follaje y el ganado griegos eran responsables por las propiedades únicas del queso, no obstante que las características terroir (los elementos del medio ambiente que impactan en el producto final) difieren dramáticamente en todo el país. Es más, en la fecha de la aprobación, casi el 75% del feta del mundo se producía fuera de Grecia.

Históricamente producido en toda la región balcánica, en la fecha del fallo, el queso feta se estaba produciendo en Dinamarca, los Países Bajos, Alemania, Francia, Turquía, los Estados Unidos y Oceanía, etc.

Como los daneses tan adecuadamente dijeron poco después de este fallo desacertado: “Se han abierto las puertas ahora para que otros quesos como cheddar o camembert soliciten el estatus de Denominación de Origen Protegida (PDO)… ¿Y por qué habrían de detenerse ahí? ¿Podríamos imaginarnos a Gran Bretaña registrando la denominación bacon o a Italia registrando pizza?”

— Hans Bender, Danish Dairy Board, Just-Food, 2005